Los rebeldes, los inconformes, los insaciables buscadores de belleza, los desvariantes alucinados, los raros y otras especies alumbradas por la poesía, tienen su sitio en Las Letras Salvajes.
lunes, 11 de enero de 2016
Zapatistas en el baño de mi casa de "Cocaína Manual del Usuario" por Julián Herbert
Oh nena no sabes qué noche terrible
yo estaba feliz pensando en ti
escribiendo un poema sobre la primavera
un amigo se acerca y me pide que hospede a
3 ó 4 zapatistas que están en la ciudad
Oh mi amor dije que sí gustoso
todavía pensando en ti
todavía escribiendo mi poema
no sabía no no sabía
que me estaba metiendo con el méxico bronco
Dieron una conferencia y pude dormir a gusto
pero luego al hospedarlos descubrí que me engañaban
no eran 3
sino 10
y ninguno guerrillero
sus profesiones eso sí me resultaron muy extrañas
4 punks
1 vendedor de camisetas
2 marxistas ortodoxos infiltrados en telmex
2 europeos mohosos pero de muy buenas familias
y el décimo se me hace que había sido boxeador porque ya briago le dio por descontar al respetable
Pero lo más triste baby
ah honey
es que todos vivían en Monterrey
sólo habían ido a Chiapas a
mirar una cascada
Apenas instalados pidieron de cenar
sin importarles que yo pensara en ti
que todavía no terminara mi poema
me miraron con desprecio me llamaron
individualista
luego pusieron un caset de def con dos
otro de los Ramones
y cantaron como si vomitaran
Convencido de que no se apiadarían cociné para ellos
1 kilo de huevo 6 tomates 20 chiles 80 tortillas 2 bolsitas de frijoles
Ellos me apresuraban
sus ojos relampagueaban
varios litros de tonayan escurrían de sus labios
la casa apestaba como un temazcal de mezcal
Pasé la noche en vela
sorbiendo coca colas
sin poder orinar pues siempre había (siemprehabíasiemprehabía)
zapatistas en el baño de mi casa
zapatistas en el baño de mi casa
Luego de discutir
de golpearse
de hablar mal del gobierno
de censurar a marcos
de alabar la dictadura proletaria de la esquina
luego de cabecear de vomitar regurgitar de carraspear de
abofetearse
nuevamente
mutuamente hasta la sangre
hasta los belfos
luego de asegurarme que Zapata había sido
maricón
se fueron por fin con esa cruda
que sólo da a las diez de la mañana
se fueron dejando como única prenda
como único recuerdo
un caset de los Violent Femmes
En cuanto desaparecieron
como si todo fuera magia
o todo fuera un viejo sueño
se esparció la primavera sobre el tufo de la cruda
varitas de nardo creciendo en tus fotos
flores en tu cabello guacareado
sentí unas ganas locas de declamar poesías
y eso que aún me faltaba lo más bello
Oh honey
llegaste pisando los talones de la primavera
con la propiedad privada de tus pechos chiquitos
con el imperialismo a cuadros de tu blusa verde
hey dear —estabas lista
para pasar a la catafixia— y mientras te desnudabas
perdoné mentalmente a los explotadores que se comieron mi
comida
que vomitaron en mis muebles y me dieron
a cambio
nomás este caset
de pronto supe que nunca voy a rebelarme
No sé quién soy
soy tan voluble
me conformo con un trago
una cuenta de vidrio y un caset
me conformo con un pase
una blusa tirada y un caset
Y por eso te digo:
pásame el espejito para verme de cerca
porque ya no distingo dónde está el bien
dónde está el mal
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